UFO Perú : OVNIS y Avistamientos Extraterrestres

Esta noticia causo conmoción en Abril de 1981 , resulta que según el señor Armando García García todo sucedió un lunes de aquel año en el puerto de El Callao a las 4.00 de la madrugada el estaba junto con sus hermanos Manuel y Víctor Raúl durmiendo en su domicilio situado en el Barrio Fiscal cuando de pronto sintieron unos truenos que los despertó y optaron por mirar por la ventana de su dormitorio logrando ver una gran luz por el lado de la playa decidiendo vestirse y salir y encaminarse a la “mar brava” como se conoce a esa playa esto es lo que narraron al diario limeño Ojo: “Lo primero que vimos fue un gran platillo volador que parecía flotar en el aire sobre la playa: DE una parte como cabina, salían luces incandescentes , también de la parte de abajo, tal como si fuera el sostén. Se sentía un calor tan fuerte como si estuviéramos cerca de un horno”.
“Cuando estábamos entre sorprendidos y asustados vimos surgir de la parte de debajo de la nave a un hombrecito raro como de un metro veinte de altura. El cuerpo estaba cubierto de una vestidura roja, en tanto su cabeza era ovoide con un solo ojo como si fuera cíclope y sus manos eran como cola de pez y sus piernas cortas y parecía flotar en el aire”.
“Ellos se acercaron a nosotros (para entonces otros seres ya habían salido también del ovni que no pudimos huir ya que alguna fuerza nos tenía clavados en el piso uno de ellos atenazó con fuerza extraña a mi hermano Manuel quién optó por gritar y pedir auxilio, luego fue mi hermano Víctor y después yo . Luchamos nos caímos en la arena
Ellos por momentos se hacían invisibles cuando los dejábamos de mirar en determinado momento pudimos zafarnos los tres hermanos y corrimos por el jirón Ancash hacía Saénz Peña , tocamos varias puertas, pero de nuestras manos parecía brotar humo. Era como si e4stuvieran impregnadas de algo sobrenatural, como nadie nos abría sus puertas optamos por dar un rodeo y regresar como locos a nuestra casa. Pensando que nuestros perseguidores ya se habían ido, abandonamos la casa para buscar un patrullero. Cuando estábamos por el jirón Guisse otra vez aparecieron por lo que corrimos nuevamente a la casa y nos encerramos llamamos a la central de policía para contarles lo sucedido pero nos dijeron que estábamos locos o borrachos.
“Al día siguiente nos fuimos al Hospital San Juan de Dios y el Dr. Montenegro nos creyó la experiencia vivida y nos quedamos en tratamiento ya que estábamos muy mal de los nervios “.
Esta es una historia muy extraña que dicen que ocurrió pero como siempre nadie ahondo en su investigación.