aseguró que sería una locura pensar que el hombre pueda estar solo en el Universo.
El Padre Coyne y el equipo de científicos que dirige han llegado a la conclusión tras escrutar durante años el firmamento desde el centro de investigación en la residencia de los Papas en Castelgandolfo en las cercanías de Roma.
“El Universo es tan grande que sería una locura pensar que nosotros somos una excepción”. Afirmó Coyne en una entrevista al diario milanés “Corriere Della Sera” y subraya que “cada día se acumulan nuevos datos”. Los cuales arrojan la posibilidad de la existencia de formas de vida diferentes a las de la Tierra.
“Cuanto más estudiamos los astros más nos hacemos conscientes de nuestra ignorancia” señaló.
El religioso jesuita, responsable desde 1978 de un observatorio con más de un siglo de historia a sus espaldas y que depende directamente de la Santa Sede,sostiene que la ciencia no destruye la fé, sino que la estimula.
Aunque admite que por hoy no existe evidencia científica que pruebe la existencia de vida fuera de la Tierra, Coyne es consciente de que esa eventualidad abre ante los creyentes una inquietante serie de incógnitas y un gran desafío, pero que ello no debe ser considerado como un hecho dramático.
En ese sentido el astrónomo señala que algunos sectores de la Iglesia consideran negativo debatir o estudiar cuestiones que puedan hacer temblar un poco la doctrina católica .
Sin embargo, insiste en que no hay obligatoriamente una contra posición entre las versiones sobre el origen del Cosmos que ofrece La Biblia y las más actuales que defiende la ciencia como la del Big Bang..
Según Coyne, ni las Sagradas Escrituras ni la teología profundizan en como Dios creó el Universo, sino que corresponde a los científicos y a su curiosidad insaciable responder a las muchas incógnitas que todavía no han podido ser resueltas entre ellas la posibilidad de la existencia de formas de vida extra-terrestre.
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